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Tras mil 400 muertos por sismo en Indonesia, aún detectan vida bajo ruinas
El 28 de septiembre pasado, un potente terremoto azotó la isla indonesia de Célebes, desatando un tsunami con enormes olas de hasta seis metros de altura, que arrasaron con miles de casas en las ciudades de Donggala y Palu, capital de Sulawesi Central.
Seis días después del sismo de magnitud 7.5 que devastó Indoensia y dejó hasta el momento mil 424 muertes, un equipo de rescate francés detectó este jueves signos de vida bajo los escombros de un hotel de la ciudad de Palu.
El 28 de septiembre pasado, un potente terremoto azotó la isla indonesia de Célebes, desatando un tsunami con enormes olas de hasta seis metros de altura, que arrasaron con miles de casas en las ciudades de Donggala y Palu, capital de Sulawesi Central.
“Los sensores de alta tecnología de nuestro equipo detectaron la presencia de una víctima’ en los restos del Mercure, pero no podemos decir si la persona está consciente. El dispositivo es capaz de detectar signos de vida, incluida la respiración y latidos del corazón”, explicó Philip Besson, miembro de la organización Pompiers de l’urgence
“Se tuvo que abandonar la excavación al caer la noche. El viernes temprano traerán equipo pesado para tratar de rescatar a la persona. Tenemos que perforar el concreto para poder verificar y acceder a la víctima”, dijo el rescatista.
Las labores de rescate se han visto obstaculizados por la escasez de equipo pesado y los graves daños causados a la infraestructura de varias carreteras, que hacen imposible el acceso de enormes grúas y maquinaria pesada.
Pese a que se acaba el tiempo para encontrar posibles sobrevivientes, las autoridades han establecido hasta este viernes 5 como fecha límite tentativa para la búsqueda y rescate de personas con vida, que pudieran estar atrapadas bajo los escombros.
Se cree que más de 70 mil casas fueron destruidas por el terremoto o arrasadas por el tsunami y los deslizamientos de lodo subsecuentes registrados en las ciudades de Palu y Donggala, en las que miles de personas duermen en carpas o en refugios improvisados, hechos de escombros. (Con información de Ntmx)