Cultura
‘Toledo ve’ e invita a voltear más hacia la naturaleza y las comunidades
En Toledo ve, exposición de cerca de 700 piezas abierta en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), más que pintor, grabador y escultor, lo que se percibe es el Francisco Toledo diseñador, una faceta tal vez poco conocida del también promotor cultural.
En Toledo ve, exposición de cerca de 700 piezas abierta en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), más que pintor, grabador y escultor, lo que se percibe es el Francisco Toledo diseñador, una faceta tal vez poco conocida del también promotor cultural.
En entrevista telefónica, explica: “Cuando se crearon las instituciones en Oaxaca empezamos a buscar el modo de financiarlas. Primero hicimos cuadernos con papel, abanicos y papalotes.
La intención siempre ha sido tener fondos para las instituciones. En CaSa (Centro de las Artes de San Agustín, Etla) he hecho joyería recortada de cuero con aplicaciones de oro. Las personas que pasan por Oaxaca sí pueden decir que conocen un poco mi trabajo de diseñador. En la Ciudad de México nunca había hecho una exposición con tantos objetos, aunque también son piezas de muchos años atrás.
Toledo ve es un ejemplo claro de la capacidad tanto creativa como productiva del artista juchiteco. Las piezas se remontan a los años 80 del siglo pasado, y justo antes de concluir la museografía Toledo seguía produciendo objetos para incluir porque, como es su costumbre, estuvo totalmente involucrado en la planificación de la muestra.
Por ejemplo, vi un anafre en el pueblo de Tlacolula, hecho de placas de coches, que me llamó la atención. Esos anafres ya no los hay en el mercado, entonces tuvimos que ir a buscar a los que los hacen. La idea fue que ese arte que recicla estuviera en la exposición.
No hay que olvidar que Francisco Toledo estudió en la entonces Escuela de Diseño y Artesanías (ahora Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura), hecho que cobra relevancia con esta exposición.
Cuando me inscribí, no lo hice en ningún taller que estuviera relacionado con el diseño, que podía ser textiles, cerámica o vitral. Me inscribí en el de litografía, aunque, claro, me asomaba a los demás talleres y me interesaba todo lo que en ellos se hacía. Pues, como no me daba tiempo de inscribirme en todos, estuve sólo en litografía.
Fue Toledo quien puso el título a la exhibición. Aparte del anafre, también comprende objetos para cortar el pelo a los cochinos, que ya se ven poco en los mercados, porque todo ha sido sustituido por las piezas industriales; en cambio ésas fueron hechas a mano, que yo sepa.
Con eso, Toledo pretende decir a los visitantes que “vean que a su alrededor hay belleza en los mercados. También hay objetos, como una jícara que decoré con ciertos frutos y un poco de color. O esa tira de metal que sacamos de la flor del plátano. Al decir: ‘yo veo’ invito a las personas a ver o a que vean más tanto la naturaleza como las comunidades en las que todavía fabrican sus propias herramientas”.
–¿Todo objeto/material es digno de ser intervenido?
–Al menos podría decir los que encuentro en cierto modo los escojo. Por ejemplo, las conchas de tortuga. En primer lugar las comemos y a la hora de hacerlo las observamos, miramos con admiración ese bello diseño, el color, la textura. Todo esto desde niño me llamaba la atención.
–Vivimos rodeados de diseño, aunque quizá no nos demos cuenta.
–Claro, hay muchos diseñadores que sí han vuelto la vista hacia ciertos muebles mexicanos, de Oaxaca, también los tapices. Tal vez al vivir en la ciudad se haría otro diseño.
En Oaxaca todavía hay comunidades que se mantienen alejadas del comercio de artesanías que es muy exitoso en la ciudad de Oaxaca con los turistas. Hay lugares donde aún se pueden encontrar objetos y frutas, calabazas que se ponen a secar, que tienen formas muy bellas… las cuentas de los caracoles para los collares. En fin, hay gran cantidad de diseño, sólo hay que saber verlo, aprender a verlo.
–¿Cuál es su concepto de belleza, de arte?
–Resulta difícil dar una definición. He viajado, visto museos, galerías; me he alimentado de todas las culturas, también de los recintos de arte primitivo. De alguna manera todo esto me ha nutrido.
Además, el concepto de belleza cambia según las épocas. Es muy complejo. No me atrevo a decir nada sobre ese asunto. De alguna manera he aprendido de todos lados, de otras culturas y de otros pintores.
La exposición Toledo ve, que comprende desde muebles hasta papalotes, 90 por ciento de los cuales provienen de su colección particular, permanecerá hasta el 29 de septiembre en el MNCP (avenida Hidalgo 289, colonia del Carmen, Coyoacán).
Fuente: La Jornada