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Gobierno de EPN juega sus últimas cartas en el TLCAN
El 25 de agosto es la fecha límite para lograr un acuerdo que pueda ser firmado por el presidente Peña antes de ser relevado.
El 25 de agosto es la fecha límite para lograr un acuerdo que pueda ser firmado por el presidente Peña antes de ser relevado.
La Administración del presidente Enrique Peña Nieto se jugará a partir de este miércoles y hasta el próximo sábado sus últimas cartas para intentar llegar a un acuerdo en principio sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El gobierno mexicano se ha fijado como fecha límite el 25 de agosto para pactar ese acuerdo, con el objetivo de posteriormente ultimar el documento con Canadá y que los mandatarios de los tres países signen el nuevo texto del TLCAN 90 días después, justo en el límite del fin del periodo de Peña Nieto.
De no conseguirlo, la decisión sobre la nueva versión del TLCAN recaerá, por parte de México, en el presidente entrante, Andrés Manuel López Obrador, quien deberá signarlo, en su caso, con sus homólogos de Estados Unidos, Donald Trump, y de Canadá, Justin Trudeau.
Para avanzar en el acuerdo en principio, a partir de este miércoles se reunirán, por quinta semana consecutiva, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía de México; Jesús Seade, jefe negociador del TLCAN por parte de López Obrador, y Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, en Washington, DC.
Entre los temas que deberán incorporar a la mesa de negociaciones están los de la cláusula sunset, propuesta por Estados Unidos y con la cual se terminaría el TLCAN a menos de los que los tres países decidan continuar con ese pacto comercial, y las compras públicas de gobierno.
El TLCAN abrió una porción significativa de las compras del gobierno federal en cada país de manera no discriminatoria a los proveedores de otros países de la región para bienes y servicios, a la vez que contiene algunas limitaciones para la adquisición por parte de empresas estatales.
Al buscar mayor acceso al mercado a través los contratos de adquisición para firmas estadounidenses en los países del TLCAN, Estados Unidos busca “garantizar la reciprocidad en las oportunidades de acceso a mercados para bienes, servicios y proveedores estadounidenses, en Canadá y México”.
Según reportes, la propuesta estadounidense limitaría el acceso a las adquisiciones al mercado de Estados Unidos al valor en dólares del acceso a las adquisiciones disponibles en Canadá y México; esto es, un mecanismo de dólar por dólar.
Dado que el tamaño de los mercados de compras en Canadá y México es sustancialmente más pequeño que el de Estados Unidos, esta propuesta reduciría la cantidad de adquisiciones disponibles para ser ofertadas por empresas canadienses y mexicanas.
Estados Unidos también busca excluir la contratación subfederal (compras públicas estatales y locales), como lo hizo cuando negoció el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), del cual posteriormente se retiró.
En paralelo, Lighthizer, Guajardo y Seade deben conseguir un balance en otros temas polémicos, como los mecanismos de resolución de controversias, las reglas de origen, la propiedad intelectual, los asuntos laborales y los envíos exprés.
De lograrse un consenso bilateral, se espera la inmediata incorporación de Chrystia Freeland, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, a las negociaciones, lo cual podría ocurrir esta misma semana. “Estamos ya cerrando los problemas pendientes finales”, comentó Seade.
Un año en marcha
En agosto de 2017, cuando comenzaron las renegociaciones del TLCAN, los ministros de comercio de Estados Unidos, Canadá y México declararon que los tres gobiernos estaban comprometidos con “un proceso de negociación acelerado e integral que mejorará nuestro acuerdo y establecerá normas del siglo XXI en beneficio de nuestros ciudadanos”.
A partir de entonces se han realizado ocho rondas formales de negociaciones, la última de las cuales se llevó a cabo a fines de abril pasado.
Desde mayo, las partes continuaron una “ronda permanente” de conversaciones sobre cuestiones técnicas y temas polémicos como las propuestas de Estados Unidos sobre reglas de origen automotrices, productos de temporada, solución de controversias y la cláusula sunset.
La perspectiva de la modernización del TLCAN es incierta. Es posible que Estados Unidos necesite cierta flexibilidad sobre las disposiciones controvertidas clave para un acuerdo final.
Trump a menudo ha criticado el TLCAN y el déficit comercial con México. En julio de 2018, declaró que los negociadores estadounidenses tuvieron “muy buenas sesiones con México y con el nuevo presidente de México” y agregó que existía la posibilidad de tener acuerdos bilaterales separados con Canadá y México.
“Se está avanzando en los capítulos que modernizarán el Acuerdo, y #México seguirá trabajando de manera constructiva en todos los frentes”, dijo este martes el jefe negociador mexicano, Kenneth Smith, en su cuenta de Twitter.
Sábado 25 de agosto, fecha clave
Los próximos tres días son cruciales para dilucidar si el gobierno de Enrique Peña Nieto logrará firmar el nuevo TLCAN antes de que termine su mandato, pero… ¿por qué?
La legislación estadounidense de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por sus siglas en inglés), bajo la cual EU se encuentra renegociando el TLCAN marca que el gobierno debe notificar al Congreso que signará un acuerdo comercial 90 días antes de que la firma se lleva a cabo.
Si se logra un acuerdo para renovar el TLCAN a más tardar el 25 de agosto, el gobierno de Trump debe avisar inmediatamente a su Congreso que firmará el nuevo tratado, lo cual (la firma) debería suceder tres meses después, es decir, los últimos días de noviembre, que son los últimos días del gobierno del presidente Peña Nieto.
Un obstáculo a lo anterior podría ser que el nuevo TLCAN incluya cambios a los mecanismos de remedios comerciales dentro del tratado (cuotas antidumping o cuotas compensatorias), pues entonces aplica un plazo no de 90, sino de 180 días antes de que pueda firmarse el nuevo acuerdo.
Aunque el presidente Peña firme el acuerdo, no le corresponderá su promulgación, lo cual sucedería cuando menos 105 días después de que el TLCAN renovado se firme, pues ése es el plazo con el que cuenta la Comisión de Comercio Internacional del Congreso estadounidense para analizar los efectos del tratado antes de otorgar el aval legislativo.
Reprograman para hoy reunión Guajardo-Lighthizer
Una reunión entre el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, y el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, planeada para el martes fue reprogramada para el miércoles, declaró una fuente de la Embajada mexicana.
La Secretaría de Economía de México dijo a su vez que la reunión entre ambos funcionarios estaba pautada para el miércoles y que en las conversaciones del martes para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sólo participaba el designado por el próximo gobierno mexicano, Jesús Seade.
Otra fuente mexicana dijo que el canciller de México, Luis Videgaray, no participaba en las conversaciones del martes.
En las últimas semanas, Estados Unidos y México han sostenido continuas reuniones para resolver temas bilaterales y esperan sumar a Canadá, el otro socio del TLCAN, a las conversaciones muy pronto.
En la noche trascendió en medios estadounidenses que el gobierno de Donald Trump programaba anunciar mañana en la Casa Blanca un acuerdo preliminar Estados Unidos-México, para dar paso a la reincorporación inmediata de Canadá a las pláticas del TLCAN.
“Funcionarios del gobierno esperan anunciar que Estados Unidos y México han tenido suficientes progresos en diversos asuntos bilaterales para lograr anunciar lo que una fuente refirió como un acuerdo de ‘apretón de manos’”, dijo el portal Politico.com.
Las fuentes consultadas por Politico advirtieron que todo dependerá de la reunión de hoy de Ildefonso Guajardo con su par Robert Lighthizer, pero que “el hecho de programar un anuncio en el calendario de la Casa Blanca muestra que los funcionarios estadounidenses están optimistas sobre resolver los asuntos polémicos que restan con México en los próximos dos días”. (Redacción, con información de Reuters).
El Economista