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Implementan taller de bordado y tejido infantil para preservar cultura en Oaxaca
En Santa Rosa de Lima, niñas y niños aprenden a bordar y tejer las enaguas y huipiles de la vestimenta tradicional zapoteca, durante la pandemia por el nuevo coronavirus.
Santa Rosa de Lima, Oax.- Debajo de una enramada de palma seca colocada en el patio de la familia Núñez Gutiérrez, las niñas y niños de la comunidad de Santa Rosa de Lima en Oaxaca, aprenden a bordar y tejer las enaguas y huipiles de la vestimenta tradicional zapoteca, así se ocupan durante la pandemia por el nuevo coronavirus mientras preservan su cultura.
Este taller familiar se creó como educación alternativa por el cierre de escuelas ante la emergencia sanitaria del Covid-19 y como herencia de un oficio que practica el 90 por ciento de los lugareños.
En esta comunidad, ubicada en el Istmo de Tehuantepec, las mujeres y hombres elaboran trajes tradicionales como principal fuente de ingresos, heredan la técnica de las abuelas y ahora las nietas y nietos son los tejedores tradicionales.
Son 11 menores, entre niñas y niños de 7 a 16 años de edad quienes bordan y tejen en este taller infantil, cada quien avanza a su ritmo, las instrucciones se dan en zapoteco, porque aquí desde que nacen lo hablan como su principal idioma.
Antonia Núñez Gutiérrez y Yesenia Núñez Ramos son las creadoras y el sueño de ambas es fundar una Escuela de Bordado Tradicional en Santa Rosa de Lima en forma, con techo seguro y todos los materiales necesarios como hilos y bastidores, pero les falta apoyo e inversión, sin embargo, están contentas porque las niñas y niños están muy interesados en aprender y muestra de ello, es que siguen reuniéndose.
Las artesanas consideran que los bordados deben valorizarse, porque muchas veces los intermediarios abusan de los precios y costos, y abaratan las prendas; por eso es que pidieron que las autoridades fomenten desde los pueblos a través de expoventas y exposiciones directamente de los artesanos y no de los revendedores.
Para este taller tradicional, invitaron a las hijas de las vecinas, primas y amigas a reunirse en el patio de su casa, cada una trajo su bastidor de madera, sus telas, agujas, tijeras e hilos y comenzaron a bordar y tejer.
Reyna Ailin Morales de 9 años de edad, teje desde los 5 años porque su mamá es artesana, su sueño ahora es tejer su propio traje regional que usará cuando cumpla sus 10 años de vida.
Para ella no es difícil bordar, toma con facilidad el hilo y lo introduce en la aguja para seguir con el bordado, ya tiene práctica con las tijeras y cada vez tiene menos errores.
Rosalino es otro de los alumnos que con la técnica de tejido desea bordar un traje regional para ayudar a su mamá a tener ingresos económicos.
Al igual, Renata Nadxhielli Jiménez Núñez de 7 años ya aprendió a hilvanar el hilo con la aguja, elabora flores y hojas y aseguró que aprenderá para que de grande elabore trajes regionales como lo hace su abuela y su mamá.
Rosa Elvia Gallegos Núñez teje desde hace un año por que su abuela Avelina Gutiérrez le enseñó y ahora piensa continuar porque desea que se convierta en su principal actividad de vida.
“Aquí todos bordamos y nos ayuda a la economía, muchas personas combinan sus estudios con la artesanía, y para otras mujeres que abandonan la escuela, el tejido se convierte en la única forma de obtener dinero para mantener a la familia, así le han hecho muchas aquí en Santa Rosa y viven bien”, dijo.
Dominique Morales de 13 años agradeció a las maestras porque a 15 días de haber comenzado a bordar, ya avanzó y pronto concluirá con un huipil.
“Las maestras son muy amables, nos enseñan y nos corrigen cuando fallamos, tienen paciencia, a mi me ha gustado pasar las tardes aquí aprendiendo, así no me aburro en mi casa, prefiero bordar y no ver la televisión”, comentó.
Las clases continuarán hasta que regresen a clases y posteriormente se reorganizarán para seguir impartiéndolas, aunque en este lugar no hay ningún caso positivo a coronavirus, se cuidan usando la sana distancia y lavándose continuamente las manos.