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Señalan a militares por desaparición
En medio del debate sobre la Ley de Seguridad Interior, elementos del Ejército son señalados nuevamente de otro caso de cateo ilegal, detención arbitraria, desaparición forzada, tortura, violencia sexual y ejecución arbitraria.
Cd. de México .- En medio del debate sobre la Ley de Seguridad Interior, elementos del Ejército son señalados nuevamente de otro caso de cateo ilegal, detención arbitraria, desaparición forzada, tortura, violencia sexual y ejecución arbitraria.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que ha advertido que normalizar la presencia militar en labores de seguridad pública, emitió la Recomendación 54/2017, dirigida al Secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda.
Los hechos atribuidos a efectivos del Tercer Batallón de la Brigada de Fusileros Paracaidistas ocurrieron en Tepatitlán de Morelos, Jalisco.
El padre de una de las víctimas narró a la CNDH que el 27 de enero de 2016 personal militar retuvo a su hijo, a su sobrino y a dos personas más al interior de su domicilio.
Dos horas después, los militares se llevaron a tres de las víctimas y dejaron libre a la cuarta, además de que aseguraron un vehículo.
El hombre que presentó la queja ante la CNDH añadió que los militares negaron haber hecho detenciones ese día, por lo que presentó una denuncia de hechos ante el Ministerio Público en Tepatitlán de Morelos.
Dos días después, los cuerpos sin vida de dos de las víctimas fueron encontrados por la Fiscalía del Estado en un rancho de la carretera Tepatitlán-Tototlán, mientras que el otro fue ingresado al Hospital Regional del municipio.
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Tras sus indagatorias, la CNDH determinó que los militares ingresaron de manera ilegal al domicilio ya que no presentaron la orden de cateo correspondiente, y al interior las personas fueron torturadas y violentadas sexualmente.
“Según la declaración de la víctima sobreviviente, el personal militar intentó privarla de la vida pretendiendo, en diversas ocasiones, quebrarle el cuello aplicándole una técnica conocida como ‘llave china’, observando que a las otras dos personas sí les habían torcido el cuello”, agregó la Comisión.
“Por ello, al adminicular las evidencias directas sobre el fallecimiento de las dos víctimas, la CNDH concluyó que fueron privadas arbitrariamente de la vida por elementos de la Sedena”.
La Comisión reiteró que cualquier persona que cometa conductas delictivas debe ser sujeta a proceso y aclaró que el combate a la delincuencia es totalmente compatible con el respeto a la dignidad de las personas.
* Reforma / César Martínez
