Nacional
‘Paredes y ventanas vibraron con sismo’
A algunos habitantes de Quintana Roo el sismo de 7.6 grados los sorprendió en su casa, el cine o con amigos.
A algunos habitantes de Quintana Roo el sismo de 7.6 grados los sorprendió en su casa, el cine o con amigos.
Cd. de México.- El sismo de magnitud 7.6 que se registró al norte de Honduras, sorprendió a habitantes de Quintana Roo, entidad donde el movimiento de la tierra fue percibido.
Iván Almanza, quien vive en las inmediaciones del estadio de fútbol Andrés Quintana Roo, en Cancún señaló que no podía creer que estuviera temblando.
“Pues en realidad fue muy sorpresivo, yo estaba sentado revisando unos emails en el celular cuando sentí que la silla se movió, no de una manera brusca pero si perceptible, lo primero que hice fue pensar: seguro esta silla está por romperse. Volteé hacia la pared y vi la cortina y un cuadro moverse, ahí fue cuando me percaté que había temblado”, dijo.
Según el entrevistado, lo primero que hizo fue confirmar con amigos y familiares, y luego buscar el hecho en redes sociales.
“Un amigo me escribió preguntando lo mismo y entonces tomó sentido todo el movimiento. De inmediato entré a Twitter () y comencé a ver la serie de tweets de gente que confirmaba que había temblado”, relató.
“Casi eran las 10”, dijo Edzel, un joven que vive en un edificio habitacional en Chetumal, quien asegura fue un sismo fuerte que lo espantó a él y a sus amigos.
“Estaba en casa de unos amigos y las paredes emitían vibraciones, como si algún objeto se moviera fuerte en la calle, algo así como maquinaria pesada, y la reja de la calle se movía de un lado a otro, pero no habían corrientes de aire”, indicó.
“Evacuamos el edificio, al igual que personas de la misma calle, no pasó a mayores y no hubieron daños materiales, nos encontrábamos muy cerca del Boulevard”, agregó.
Sin embargo, otros, en la misma entidad no lo percibieron. Tal fue el caso de la maestra Leticia Urbina y su alumna en una clase de encuadernación en la colonia Nueva Creación de Playa del Carmen, como a cinco kilómetros del mar.
“Estábamos juntas con otras tres personas y nadie sintió nada. De hecho cuando nos empezaron a escribir para preguntarnos creímos que era broma hasta que vimos las alertas de tsunami”, contó Urbina.
Ellas también acudieron a las redes sociales para confirmar la noticia, pues para ellas fue imperceptible.
“Justo estaba con Lety Urbina y fue que nos enteramos de que salió la noticia del temblor. Yo me enteré de la nota por qué igual que tú tengo una prima que trabaja en un periódico por esto de Mérida Yucatán y fue que ella lo comento en un grupo que tenemos de la familia”, apuntó.
El temblor se registró frente a las islas del Cisne, a unos 300 kilómetros de la costa norte de Honduras, por lo que el Centro de Alerta de Tsunamis emitió una advertencia, que luego fue cancelada, en la costas del Caribe, desde México hasta Panamá, y para las islas cercanas.
A Nora Hernández Rivera la sorprendió mientras veía una película en el cine, en Cozumel.
“Estaba en el cine y de repente se empezaron a mover los asientos, como cuando alguien está moviendo repetidamente la pierna y ese movimiento se refleja en el asiento de lado. Algo así como cuando se cimbran las gradas con el movimiento de la gente”, recordó.
“Al principio nadie entendió de qué se trataba, pero como el movimiento fue persistente, de repente un señor finalmente se paró y buscó la salida de emergencia, entonces el resto de la gente lo siguió, algunos ni supieron el motivo, pero lo siguieron y la sala del cine quedó casi vacía”, añadió.
A los quintanarroenses, opinó, los movilizó más la alerta de tsunami que el sismo.
“En el exterior de la sala, el resto del cine, parecía no haber pasado nada, no se dieron cuenta, no salieron, no sintieron, nada había sucedido para mucha gente, salvo para unos cuantos que sí sentimos el movimiento. Después las redes dieron cuenta de que mucha gente si se percató del movimiento y después vino una oleada de preguntas por la alerta del tsunami emitida”, apuntó.
David Loya estaba en una cabaña al pie de la laguna, en Bacalar, cuando sintió, dijo, un estruendo.
“De repente comenzaron a vibrar las ventanas, paredes y se empezó a sentir el movimiento, pensé que era algo de viento, pero las aves comenzaron a hacer mucho ruido y pues sólo fue el susto, por el tipo de cabaña (de madera) creo yo se sintió más el movimiento”, refirió el entrevistado.
* Reforma / Iris Velázquez
