Cultura
7 tips para visitar Oaxaca con niños
Aquí te decimos cómo visitar Oaxaca con niños, para que te olvides de que este es un destino más recomendable para adultos. Te compartimos algunas actividades que podrás hacer con tus pequeños para que disfruten la ciudad desde otra perspectiva.
Cómo visitar Oaxaca con niños
Conocer una ciudad siempre es una experiencia asombrosa. Si tienes hijos, qué mejor que recorrer un destino que se adecue a tus intereses y a sus inquietudes. Aquí te dejamos un itinerario para visitar Oaxaca con niños.
1.Hagan una expedición
Hay tanto que ver en Oaxaca y alrededores, que bien podrías pasar tres semanas explorando sin cansarte. Pero lo más seguro es que tengas que escoger. Mi sobrina de 9 años eligió estas tres expediciones como sus favoritas: A. Hierve el Agua. Esta formación geológica que asemeja cascadas petrificadas completa un paisaje hermoso. Lo ideal es ir entre semana y llevar traje de baño para bañarse en las pozas; en ciertas épocas el agua está muy fría. (Horario: 9:00 a 18:00; a 1 hora 35 minutos del centro de Oaxaca). B. Monte Albán. La visita a esta antigua ciudad zapoteca siempre enamora a chicos y grandes. Sugerimos acercarte a un guía y pedirle una explicación breve para que los niños puedan hacer preguntas (Horario: 8:00 a 17:00; a 20 minutos del centro de Oaxaca). C. Mitla y Árbol del Tule. Vale la pena apreciar las grecas y entrar a las tumbas de la zona arqueológica de Mitla. De regreso, los niños disfrutan conocer el famoso ahuehuete de enorme diámetro que ha vivido más de 2,000 años. Es divertido contratar a uno de los niños guía que encuentran toda clase de figuras en la corteza. (Horario: 8:00 a 17:00; Mitla está a 1 hora 10 minutos de Oaxaca, Santa María está de pasada, unos 20 minutos antes de llegar a la ciudad).
2. Tarde de teatro
Los niños se queda boquiabiertos al admirar el interior del Teatro Macedonio Alcalá, así que no dejen de echarle un vistazo a este edificio de estilo modernista francés, inaugurado con gran pompa a principios del siglo XX y dedicado violinista y compositor oaxaqueño del mismo nombre. Si tus hijos son mayores, reserva boletos para algún espectáculo, así podrán disfrutarlo mejor. La cartelera incluye ballet, teatro, música sinfónica y las transmisiones del met de Nueva York en vivo. Consúltala en mexicoescultura.com
3. ¡A explorar!
Después regresen al andador peatonal Macedonio Alcalá y diríjanse hacia el espectacular Centro Cultural Santo Domingo. Es indispensable entrar al templo ‒una de las joyas máximas de la arquitectura religiosa virreinal en el continente— y escuchar la breve explicación que ofrecen los guías locales a cambio de una propina. Después hay que entrar al claustro y a la antigua huerta del convento y echar un vistazo al Jardín Etnobotánico, donde los niños de todas las edades pueden divertirse conociendo y oliendo plantas, árboles y flores locales. No dejen de aprender cómo funciona el moderno invernadero. Es un buen lugar para los pequeños de mente ingenieril (¡siempre hay uno en cualquier familia!).
4. Vuélvelo experto chocolatero
Otro imperdible para visitar Oaxaca con niños es comparar el chocolate caliente de todos los restaurantes. El de Casa Oaxaca está rico pero algo suave; el de Restaurante Catedral es tan bueno y concentrado como podría esperarse, y el de La Biznaga, especiado a la perfección. En los alrededores de Santo Domingo encontrarán algunas de las propuestas culinarias más notables de la ciudad, muchas de ellas sobre la calle García Vigil. Los miembros más chicos de la familia amaran el tamal de elote y las enchiladas divorciadas de mole y pipián del Zandunga, especializado en comida istmeña. En Pitiona, ni el niño más melindroso podrá resistirse a una sopa casera de pasta con jugosas bolitas de quesillo. Sobre todo si van en temporada alta o en fin de semana, todos estos lugares se llenan, así que reserva con anticipación.
5. Caminen hasta la cocina
Visita la Basílica de la Soledad, con su fachada de biombo en cantera amarilla y su atrio de paredes altas. Una buena opción para ver caer la tarde es caminar hasta ella, comer una nieve de sabor exótico en el pequeño jardín al frente, y después continuar por la Av. de la Independencia hasta el restaurante Criollo, una propuesta del chef Luis Arellano, asociado con Enrique Olvera. Para entrar al patio donde están las mesas, hay que atravesar la pulcra cocina. El restaurante no tiene carta, se come el menú de degustación del día (ojo, prepara tu bolsillo) y tiene un bonito jardín con hamaca entre agaves y jacarandas. Desde entonces, cuando preparamos agua de jamaica en casa, siempre le ponemos una varita de canela, al estilo Criollo. ¡Deliciosa!
6. Sueñen entre música y libros
Otra opción para visitar Oaxaca con niños y cerrar el día, conviene ir al Centro Académico y Cultural San Pablo, donde la Fundación Alfredo Harp Helú instaló una biblioteca de investigación —dedicada a las culturas indígenas— área de exposiciones, biblioteca infantil, un café y un restaurante de inspiración oaxaqueña y libanesa. Al caer la noche, el recinto cobra vida; siempre hay conciertos y actividades culturales. Un carrusel gratuito completa la escena, haciendo felices a los niños medianos y pequeños.
7. Una ciudad a pasitos
Por último, a mejor manera de visitar Oaxaca con niños es caminando. Empiecen su recorrido en el Zócalo, donde los niños pueden vivir el ambiente clásico de la plaza y donde siempre está sucediendo algo: desde músicos tocando marimba o tambora, hasta decenas de Reyes Magos dispuestos a tomarse la foto (si van a principios de enero, como nosotros); otras veces hay danzón en las tardes o, cuando menos, un puñado de globeros entusiastas.
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